17 de Marzo 2008

lost y la colina de watership

Dedicado a ... ¡hey, la chica sale con el pelo corto, se me están enredando los enlaces!

James Sawyer en perdidos lee bastante, pero la referencia directa a "la invención de Morel" sorprende:



(aquí otra compilación, menos actualizada, de libros en "perdidos")

El caso es que desde que en los primeros capítulos salió "la colina de watership" he querido poner algo de este libro, que me recuerda a "El señor de los anillos" (aparte de por la época en que lo leí) por la épica, por las historias que se cuentan los personajes, por su lenguajes inventados y mapas que llaman a la aventura. El que los personajes sean conejos que cruzan unas granjas no resulta burlón ni infantil, sino extrañamente humano.

Diente de Leon es un conejo poeta, bardo que conoce los mitos. Una noche con su amigo Pelucón les pilló fuera de la madrigera y, para pasar el miedo, le cuenta el mito sobre el don que Frith (el Sol) dió a El-ahrairah (el conejo primigenio). [Si alguna vez habéis visto un conejo por el campo, seguro que habeis visto el mayor de los dones de Frith]

[7/24]

—Hace mucho tiempo, Frith creó el mundo. También creó todas las estrellas y el mundo es una de las estrellas. Las creó diseminando sus excrementos por el cielo y ésa es la razón de que haya tanta hierba y tantos árboles en el mundo. Frith hace fluir los arroyos. Le siguen mientras cruza el cielo y cuando deja el cielo le buscan toda la noche. Frith creó a todos los animales y aves, pero al principio todos eran iguales. El gorrión y el cernícalo eran amigos y ambos comían semillas y moscas. Y el zorro y el conejo eran amigos y ambos comían hierba. Y había mucha hierba y muchas moscas, porque el mundo era nuevo y Frith brillaba radiante y cálido todo el día.
»Pues bien, El-ahrairah estaba entre los animales de aquellos días y tenía muchas esposas. Tenía tantas que no se podían contar, y las esposas tenían tantas crías que ni siquiera Frith podía contarlas, y comían la hierba y los dientes de león y las lechugas y el trébol y El-ahrairah era el padre de todos. —Pelucón emitió un gruñido apreciativo—. Y al cabo de un tiempo —continuó Diente de León—, al cabo de un tiempo la hierba empezó a escasear, y los conejos vagaban por todas partes, multiplicándose y comiendo mientras viajaban.
»Entonces Frith dijo a El-ahrairah: “Príncipe Conejo, si no puedes controlar a tu pueblo, yo encontraré maneras de controlarlo. Así que presta atención a lo que digo.” Pero El-ahrairah no quería escuchar y dijo a Frith: “Mi pueblo es el más fuerte del mundo, porque cría más deprisa y come más que cualquier otro pueblo. Y esto demuestra cuánto aman a su Señor Frith, porque entre todos los animales son los más sensibles a su calor y su esplendor. Debéis comprender, mi Señor, lo importantes que son y no poner obstáculos a sus hermosas vidas.”
»Frith podría haber matado en el acto a El-ahrairah, pero su intención era mantenerle en el mundo porque lo necesitaba para jugar y hacer bromas y travesuras. Así que decidió vencerle no mediante su gran poder, sino mediante un truco. Anunció que celebraría una gran reunión y que en su transcurso daría un regalo a cada animal y ave que lo hiciera diferente del resto. Y todas las criaturas se pusieron en camino para acudir al lugar de la reunión. Pero cada una llegó a una hora distinta, porque Frith se había asegurado de que así fuera. Cuando llegó el mirlo, le dio su bello canto, y cuando llegó la vaca, le dio sus cuernos puntiagudos y la fuerza de no temer a ninguna otra criatura. Y así les tocó el turno al zorro, al armiño y a la comadreja. Y Frith concedió a cada uno de ellos la astucia, la fiereza y el deseo de cazar y matar y comer a los hijos de El-ahrairah. De modo que se alejaron de Frith con el único afán de matar conejos.
»Mientras tanto, El-ahrairah bailaba, copulaba y se jactaba de que iba a la reunión de Frith a recibir un gran regalo. Y por fin salió hacia el lugar de reunión. Por el camino, se detuvo a descansar en la ladera suave y arenosa de una colina. y mientras descansaba, sobrevoló la colina el oscuro Vencejo, que iba gritando: “¡Noticias! ¡Noticias! ¡Noticias!” Porque, no sé si sabéis que esto es lo que ha dicho desde aquel día. Así pues, El-ahrairah le llamó y preguntó: “¿Qué noticias?” “Verás —dijo el Vencejo-, no me cambiaría por ti, El-ahrairah. Porque Frith ha dado al zorro y a la comadreja corazones astutos y dientes afilados y al gato, pies silenciosos y ojos que pueden ver en la oscuridad, y han abandonado la casa de Frith para matar y devorar todo lo que pertenece a El-ahrairah.” Y se alejó volando sobre las colinas como un relámpago. Y en aquel momento, El-ahrairah oyó la voz de Frith gritando: “¿Dónde está El-ahrairah? Porque todos los demás han recibido su regalo y se han ido y yo he venido a buscarlo.”
»Entonces El-ahrairah supo que Frith era demasiado listo para él y se asustó. Pensó que el zorro y la comadreja venían con Frith y se volvió a la colina y empezó a cavar. Cayó un agujero, pero aún era poco profundo cuando Frith llegó a la colina, solo. Y vio el trasero de El-ahrairah asomando en el agujero y la tierra que salía despedida mientras cavaba. Al ver esto, gritó: “Amigo mío, ¿has visto a El-ahrairah, porque le busco para entregarle mi regalo?” “No —contestó El-ahrairah, sin salir—. No le he visto. Está muy lejos. No ha podido venir.” Entonces dijo Frith: “Pues sal de este agujero y te bendeciré en su lugar.” “No, no puedo —contestó El-ahrairah—, estoy ocupado. El zorro y la comadreja vienen hacia aquí. Si quieres bendecirme, bendíceme el trasero, porque asoma por el agujero.”
Todos habían oído la historia: durante las noches de invierno, cuando las gélidas corrientes recorren los pasajes de la madriguera y el agua helada llena los hoyos de los corredores subterráneos; y en las tardes de verano, sentados sobre la hierba, a la sombra del espino rojo, envueltos en el dulce olor a descomposición de las flores marchitas del saúco. Diente de León la contaba muy bien e incluso Puchero olvidó su cansancio y el peligro y recordó en su lugar la indestructibilidad de los Conejos. Cada uno de ellos se veía como El-ahrairah, que podía ser insolente con Frith y salir impune.
—Entonces —continuó Diente de León—, Frith se sintió benévolo con El-ahrairah a causa de su ingenio y porque no se rindió aun cuando pensaba que venían el zorro y la comadreja. Y dijo: «Está bien, te bendeciré el trasero, ya que sale del agujero. Trasero, sé fuerte, prevenido y rápido para siempre y salva la vida de tu amo. ¡Que así sea!» Y mientras hablaba, la cola de El-ahrairah adquirió una blancura radiante y centelleó como una estrella, y sus patas negras se hicieron largas y poderosas y pateó la ladera hasta que los mismos escarabajos cayeron de las briznas de hierba. Salió del agujero y corrió por la colina más deprisa que cualquier criatura del mundo. Y Frith le gritó: «El-ahrairah, tu pueblo no puede gobernar el mundo porque yo no lo he dispuesto así. Todo el mundo será tu enemigo, Príncipe con Mil Enemigos, y te matarán si te alcanzan. Pero antes tendrán que atraparte, a ti, que cavas y escuchas y corres, príncipe con la alarma presta. Sé astuto e ingenioso y tu pueblo nunca será destruido.» Y El-ahrairah supo entonces que, aunque no podía burlarse de él, Frith era su amigo. Y cada atardecer, cuando Frith ha terminado el quehacer diario y yace tranquilo y en paz bajo el cielo rojo, El-ahrairah y sus hijos y los hijos de sus hijos salen de sus agujeros y se alimentan y juegan ante su vista, porque son amigos suyos y les ha prometido que nunca serán destruidos.

Escrito por juanlu a las 17 de Marzo 2008 a las 06:40 PM
Comentarios

No tengo palabras para agradecerte tan interesante post, que bonito.Olé.

Escrito por Gema a las 20 de Marzo 2008 a las 10:43 PM

ya sé yo lo que os gusta a vosotras del post...

Escrito por jl a las 22 de Marzo 2008 a las 04:12 PM
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