5 de Enero 2005

Se murió EL MÁS GRANDE.





La hormiga subía por la pared de aquél edificio de Manhattan prewoodyallen, en calles siempre húmedas con alcantarillas enrejadas, y caía, y volvía a intentar subir y caía, como la vida misma, historieta eterna en una sóla página, sin palabras, sin ruiditos, sin color, sin personajes apenas y sin viñetas.
Cada tonto con su tema, como dice mi madre, a mí me gustaba perderme en las portadas de Ibáñez y de Spirit, ahora ya no, ahora soy un hombre serio y tengo los tebeos en casa de mi abuelo, donde mi padre, enormísimo cronopio, los lee a escondidas.
Eso de bueno tiene que se muera la gente, que te recuerda lo tonto que eres y tú sin disfrutarlo.

Escrito por _luis_ a las 5 de Enero 2005 a las 12:11 PM
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