Vigalondo en su blog comenta dos modos de asomarse al abismo:
Fijáos a dónde nos lleva un proceso tan mecánico como artesanal, a un terreno tan sencillo como inabarcable
Los procesos, automatizables casi, de producir angustia existencial, me recuerdan el proceso mecánico de hacer chistes con un traductor, o la invocación a la musa que supone esforzarse en buscar una rima u otra restricción oulipiana. Creo que la efectividad de estos métodos mecánicos de generación de ingenio pueden extenderse a otros ámbitos, como el físico con los malabaristas o a la cocina si están los comercios cerrados. Pero no había pensado en el ámbito de la angustia y el miedo. ¿Se regirán estos también por una estructura asociativa, habrá una gramática del terror que hablamos innatamente?
Thulsa Doom: Now they will know why they are afraid of the dark. Now they learn why they fear the night...
Escrito por juanlu a las 17 de Julio 2008 a las 10:16 PMVi los Cronocrímenes este finde en Salamanca
Una cosa: si no se pierde con los euros (se rumorea que van a hacer la versión Hollywood) éste nos va a dar buenas historias.
Otra: como actor, mejor que él habría estado el Iñigo de granhermano.