(Del blog la mágica web )
Están los dos de pie en el living de su casa, quietos, él cerca de la ventana y ella cerca de la puerta. Sólo mueven la boca. Por momentos se los ve desde arriba, como si el departamento tuviera diez metros de alto, y por momentos desde el piso o las paredes.
A espaldas de ella aparece un flash amarillo y rojo. Ella grita:
¡Ataque mega cliché!
Entre ambos se forma una columna de humo, y de la columna surge un letrero gigantesco, que avanza y le golpea a él la cabeza. El letrero dice Todos los hombres son iguales. Doblegado por el dolor, él esconde la cabeza bajo ondas de cabello verde.
Aahhhh grita. Eeeehhhhh. Aaaaahhhhhhh
Cuando el humo se acaba, el cartel desaparece en el aire.
Eso ha sido traicionero dice él, agitado. Se lo ve de cerca: dos ríos de lágrimas le recorren las mejillas. No tenía mis armas preparadas. Pero ahora